
Grandísimo Nadal… De lo ridículo a lo sublime, el Rafa conquistó su sexto Roland Garros al vencer por decimoséptima vez a la máquina suiza de jugar tenis, Roger Federer, despejando cualquier duda sobre quién es el número uno del mundo y el mejor sobre pista de arcilla…
Casi se despide del Philip Chatrier en su debut, soltándole la sinhueso a los críticos que siempre se gana el mejor, pero Nadal mejoró su juego por día hasta recuperar la seguridad y la potencia que me hicieron predecir hace seis años que este españolito pelú sería la alternativa a Federer…
Porque lo digo con orgullo: yo «descubrí» a Nadal, al menos para Cuba… Y como no nací para Colón, ni para Finlay, ni para Edison, me creo cosas porque fui el primero que le dedicó al Rafa un artículo en nuestra prensa cuando era un desconocido mozalbete de 17 años y Federer ganaba y ganaba y ganaba y para variar, volvía a ganar…
Orbe me publicó Nadal ¿una alternativa contra Federer? en abril de 2005, y par de meses después el Grand Slam galo me daba la razón… Rafa había llegado con sus greñas, sus exhalaciones y su genio para desbancar a Federer, enyuntarse con Gasol, besuquearse con Shakira y labrar su leyenda, una leyenda que yo, desde mi insignificancia, ayudé a escribir…
Por eso disfruto sus triunfos como propios… Por eso tiro a mondongo al Djokovic… Por eso este domingo maté rápido con Vietnam, China y sus puterías de matrimonio mal llevado, para disfrutar la sexta corona del Rafa en París, brincar en mi asiento y soltar una de mis frases recurrente: Grande Nadal!!!
Y para cerrar la muela, aquí les dejo aquello que escribí en 2005, cuando Nadal tenía 18 años y yo 26, y ambos teníamos por delante nuestros mejores años…
Nadal ¿una alternativa contra Federer?
La súbita irrupción del español Rafael Nadal en la élite del tenis profesional resucita las esperanzas de numerosos amantes del llamado deporte blanco, quienes consideran dañina la hegemonía del suizo Roger Federer. El Expreso helvético deleita a muchos, pero aburre a otros, cuyos bostezos amenazaban con ser superlativos si no aparecía pronto una contraparte al dominio de Federer que «democratizara» y garantizara cierta rivalidad al circuito.
A inicios de año el ruso Marat Safin derrotó a Federer, pero nadie desequilibró tanto al número uno del mundo como Nadal, durante la final del Masters Series estadounidense de Cayo Vizcaíno. Tanto incomodó el ibérico a Federer que éste, por naturaleza confiado y sereno, desahogó su frustración estrellando violentamente la raqueta contra la pista. Y aunque luego venció al zurdo de 18 años de edad, su exabrupto demostró que es humano y derrotable.
«Es uno de los jugadores (Nadal) con mayor efecto en sus golpes, son de locura», lo describió Federer, quien sufrió tales embates el año pasado, cuando el español lo eliminó del Abierto de Miami. Un triunfo crucial Nadal cobró repentina fama cuando derrotó al estadounidense Andy Roddick en las finales de la Copa Davis en 2004, para convertirse en una suerte de Héroe Nacional para los españoles.
Los expertos vislumbraron un portento en ciernes, inmutable ante jugadores consolidados, de mayor experiencia y renombre, capaz de encararlos, incomodarlos e incluso vencerlos. Con sus peculiares pantalones por debajo de la rodilla y su aire de adolescente introvertido -que en realidad es-, el ibérico protagonizó el mayor salto en el escalafón mundial de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). Tras finalizar la pasada temporada en el puesto 46 del ranking mundial, ya marcha decimoséptimo, gracias sobre todo a sus dos títulos este año, uno en el torneo brasileño de Costa de Sauipea y en el Abierto de Acapulco, México.
Luego de su sobresaliente actuación en Cayo Vízcaino, Nadal perdió en cuartos de final del Abierto de la Comunidad Valenciana ante el ruso Igor Andreev, aunque tal revés le permite rectificar varios errores y esmerarse más de cara a compromisos futuros. Entre estos privilegia los Masters Series de Montecarlo, Barcelona, Roma y Hamburgo, amen del Grand Slam francés (Roland Garros), sobre su predilecta superficie de arcilla.
Suele fingir indiferencia ante todo, y su única manía consiste en ducharse antes de cada partido, en los cuales obliga a sus rivales a cometer muchos errores no forzados, gracias a su excelente control y constante movimiento de piernas. Por otro lado, sus ambiciones de ingresar al elitista «Top Ten» no lo envanecen y ya ratificó su disposición a defender los colores españoles para permanecer en el Grupo Mundial de Copa Davis. Además, le resta importancia a la fama y solo se concentra en trabajar duro. Así es Rafael Nadal, un tenista de prometedor futuro.
Pero primo, lo cierto es que España es hoy día una innegable potencia deportiva: campeona mundial de fútbol, baloncesto, moto 125, moto2 y motoGP, tenis, F1, pegao con Sordo en el WRC, escalando los 14 picos con Edurne, Contador arrasando en el Tour… Como dirían nuestros bisabuelos… Joer!!!
sabes nunca he comulgado con los españoles. es como si ahora o antes dijera sobre Lorenzo o Pedrosa. Pero verdad que ese chaval de nadal es bueno. siga descubriéndonos talentos. espero nos anuncie cuál es el próximo. ah, hay un tal viñales en 125. mucho habla ya la prensa. veremos. nada, pa lante.